Hoy, la Fundación Red trae consigo una nueva iniciativa, nace una herramienta más, la cual pretende empoderar al niño, niña y adolescente que la utilice, con valores y sentido de autocuidado.
“Mi Pijama Mi Escudo” es un proyecto cuyas prendas de vestir actúan como SÍMBOLO de prevención y autocuidado del abuso sexual en menores de edad; el escudo protector es simbólico, pues el real blindaje es la educación del menor, así como del adulto responsable.
Hablar de violencia sexual no es tarea fácil, pero es nuestra responsabilidad como adultos enseñar a los niños, niñas y adolescentes las pautas de autocuidado y autoprotección, con el fin de prevenir, detectar y denuciar la violencia sexual en menores de edad
Esta prenda simboliza el escudo protector “Lo que está dentro de la pijama no se toca”. Es una prenda tipo onesie, es decir, de una sola pieza que combina una parte superior con un pantalón, también conocido como un mono o enterizo. Esta prenda constituye un símbolo de empoderamiento, pero no por causa de la prenda en sí sino por su perspectiva de autoprotección y cuidado plasmados en parches.
Este proyecto tiene como objetivo el fortalecimiento de mecanismos de autocuidado en mujeres adolescentes en el que desarrollaran estrategias que no solo les permitirá mitigar posibles escenarios que vulneren sus derechos humanos, sexuales y reproductivos, sino también fortalecer habilidades para prevenir, detectar, actuar y denunciar la violencia sexual.
LA AUTOPROTECCIÓN INFANTIL
La autoprotección infantil, se define como la capacidad que puede ser desarrollada por los niños para evitar o disminuir situaciones de riesgo emocional, físico o sexual en la infancia, posibles de producir un trauma psíquico o perturbaciones psicológicas duraderas.
Diner P, M, (2012), La autoprotección Infantil, Alcalá la Real, Editorial. FORMACIÓN ALCALÁ, S.L. (2012) p. 31.
Importante es, que para que un niño pueda protegerse, primero debe tener desarrollada su autoestima positiva. Cuando un niño es amado, cuidado y respetado como alguien único y diferente desde su más temprana edad, logra adquirir la capacidad de cuidarse a sí mismo. Es importante resaltar que los niños, niñas y adolescentes que son abusados sexualmente son seres fracturados, que carecen de autoestima y no reconocen el respeto hacia ellos mismos, esto provoca que el abuso sexual sea más frecuente y más silencioso.